Cueva dels Pardals, Menorca: Un rincón escondido entre acantilados y leyendas
La Cueva dels Pardals es uno de esos lugares que parecen sacados de una postal secreta de Menorca. Un rincón escondido entre acantilados, tallado por el mar y accesible únicamente por un pequeño agujero de roca y unas escaleras que descienden hasta la mismísima orilla del Mediterráneo. Aunque su tamaño es reducido, su encanto es inmenso.
Un refugio histórico envuelto en misterio
La historia de la Cueva dels Pardals está llena de teorías y relatos. Se cree que pudo ser utilizada por pescadores y contrabandistas hace siglos, aprovechando su difícil acceso. Su nombre, “Cueva de los Pájaros”, podría tener relación con la fauna que anidaba en la zona o con la sensación de libertad que evoca el paisaje.
Una experiencia entre mar azul turquesa y roca natural
Lo que más sorprende al visitante es la ventana natural que se abre hacia el mar, creando un marco perfecto para fotografías. La entrada a la cueva se realiza por unas escaleras estrechas talladas en el acantilado y lleva a una plataforma de roca desde donde se puede disfrutar del mar.
Un tesoro que necesita ser respetado
Debido a su creciente popularidad, es fundamental mantener un comportamiento responsable: no dejar basura, respetar las rocas y evitar saturar la zona. Menorca es Reserva de la Biosfera y cada rincón natural cuenta.
Cómo llegar sin perderse
La cueva se encuentra cerca de Cala en Brut y se accede caminando por senderos que bordean el acantilado. No hay carteles oficiales, por lo que es recomendable llevar calzado adecuado y evitar días de mal tiempo.
Un rincón que enamora a primera vista
Visitar la Cueva dels Pardals es una experiencia que mezcla aventura, historia y belleza natural. En Menorca, incluso los lugares más escondidos tienen la capacidad de dejar huella.
Jose Pons Vidal
Periodista especializado en política internacional y análisis geopolítico.